12 de mayo de 2018

"Estrella Oscura" en físico y digital

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4 de mayo de 2018

Pido una villana santurrona...

... y una heroína femme fatale en una película de acción y aventura (o en una novela, está bien). ¿No estoy siendo original? Vamos a ver.

Creo que todos conocen a la femme fatale, término francés para "mujer fatal". Es esa mujer hermosa que, al mismo tiempo que es seductora y fascinante (para los hombres), es absolutamente egoísta y calculadora y, en su afán de controlar su entorno y de satisfacer sus deseos (siempre materialistas y muchas veces carnales), usa su sexualidad insaciable para dominar y (terminar por) destruir a los hombres. Siempre a los hombres, ojo. De hecho, no es mujer que guste de otra mujer ni siquiera para ir de compras (actividad en la que nunca encontramos a una femme fatale, por cierto).

Es una figura tópica, un arquetipo al decir de los estudios literarios, un mito desde otras perspectivas. Femmes fatales ha habido desde Lilith, la primera esposa de Adán en las leyendas judías, pasando por la mortal Medea y la terrible Lady Macbeth, hasta las vampiresas (no vampiras necesariamente) de la
literatura romántica/gótica del siglo XIX y las villanas misteriosas de la novela negra de los años 40 y las películas inspiradas en ella de los 50. Criaturas perversas, cargadas de instintos animales, devoradoras de hombres, siempre destructivas, que se oponen, por lógica, a la dama en apuros, la bella damisela angelical que "debe ser" el amor del héroe: ese personaje lleno de debilidad, de dependencia del poder masculino, sumisa por demás, que ni se atreve a pensar en sexo o en desobedecer a su caballero. En otras palabras, podríamos decir que la femme fatale es una reelaboración erótica de la clásica bruja: no tiene poder mágico ni diabólico, sino su sexualidad fascinante.

Para mí, como para muchos otros, es obvio que la figura de la femme fatale (que es solo eso: una figura, un tipo de personaje) responde a una visión androcéntrica, misógina y patriarcal, que ve con malos ojos la mujer que se atreve a pensar por sí misma y a desafiar al hombre y que, por tanto, es representada siempre como un ser malvado y destructor. Para esta visión, una mujer independiente, segura de sí misma, en conexión con su sexualidad (o sea, libre sexualmente) y con un plan propio, necesariamente es una mujer mala, porque una mujer "buena" es todo lo contrario: delicada, asexual (pero al mismo tiempo receptiva a los requerimientos sexuales -y reproductivos- de su pareja masculina), inocente, angelical, "pura". Por esta razón, resulta comprensible que mientras algunas posiciones feministas la ven como una excelente manera de ser libre, otros pensamientos feministas la consideran con desconfianza, pues es una representación negativa de la mujer libre.

En los últimos tiempos, sin embargo, se puede advertir un ligero cambio de perspectiva. Las heroínas y, muy especialmente, las "superheroínas" ya no son mujeres débiles y vulnerables que dependen de un hombre para subsistir y alcanzar sus metas o salvar el mundo. Ahora se las representa como mujeres fuertes y decididas, con ideas propias, que logran imponer (hasta cierto punto) sus metas y opiniones sobre las de otros (u otras). Es más: se les ha asignado un fuerte componente sexual que solía estar asociado a la femme fatale. Entonces, tenemos que nuestras modernas superheroínas, mujeres fuertes y decididas, son bellas, seductoras y sexualmente activas.

Pero no muy activas, tampoco. Y aquí viene la paradoja: estas mujeres fuertes, heroicas, son buenas, ¿no? Ostentan una fibra moral muy "luminosa". Representarlas como mujeres sexualmente ardientes y deseosas sería romper demasiado el estereotipo de la "buena". Por tanto, si se fijan con atención, en ninguna de esas historias con mujeres de este tipo se hace énfasis en sus amantes (si acaso los tienen) o en sus iniciativas amorosas. Oh, no. Eso no. Son "buenas", por tanto, su atractivo sexual tiende a ser pasivo: es para atraer, no para avanzar sobre el héroe. Y en todo caso, para justificar una trama amorosa, casi siempre monogámica y cargada de romanticismo. Si hay. [Es que ni siquiera la Viuda Negra de las películas de Marvel ha resultado diferente al modelo: ¡es tan sensata! ¡Tan conciliadora! ¡Y no intenta seducir a nadie! ¡Ni siquiera porque es la "viuda negra"! Y con respecto a Gatúbela, no vale: en realidad, es más villana que heroína].

Esto significa que nuestras heroínas son una reformulación de la dama angelical con un toque de "pecado" sabiamente administrado para no molestar en demasía la confianza del macho alfa que funge como héroe de turno. ¿Y qué sucede con las villanas? Ni hablar. ¿Han visto acaso alguna villana, bien malvada y calculadora, egoísta y demás, que sea "angelical", que no esté poseída de un fuerte deseo sexual y que no intente usar su belleza para dominar al héroe? Ni por asomo.*

Original sería, en mi opinión, una villana que rompa el estereotipo de la femme fatale.** Que sea santa y virginal. Que esté apegada a la ley y a lo correcto, que sea moral, incluso moralista, que no use el sexo para nada, ni siquiera para insinuarlo, que no desee devorar hombres (ni mujeres, ya que estamos). Que sea la virtud encarnada, pero... que sea la villana. El ente del mal. La virtud convertida en oscuridad, pero que esa oscuridad no se advierta, no se palpe a simple vista, no sea sexuada ni sensual, pues en ese caso, es como tomar a una femme fatale y vestirla de ángel.*** 

En estas imágenes se puede advertir a qué me refiero con que la "virtud" convertida en "oscuridad" sea real y no fingida. A la izquierda tenemos a una mujer "ángel" que no representa a la clásica mujer "buena", sino a una versión con alas de una femme fatale moderna, o sea, la "virtud" no es real, es fingida. A la derecha, en cambio, tenemos una buena representación de una mujer dulce e inocente, en la cual la sexualidad está considerablemente mermada, incluso suprimida, mientras que ha sido resaltada la "delicadeza" y la "bondad", características que se esperan en una mujer buena. ¿Qué tal si esa imagen de la derecha permaneciera intacta, pero correspondiera en realidad a una villana...? Sería el principio de un cambio.****


Ahora bien, al mismo tiempo espero que su contraparte femenina sea exactamente lo contrario: que sea salvaje y sexual, promiscua incluso, un poco narcisista, orgullosa de su inteligencia y de su belleza, fuerte y decidida, seductora y fascinante, pero... ¡que sea la heroína! La salvación del mundo (o del héroe, si se quiere), el ente del bien.

Esa complejidad deseo. Espero. Añoro. Algo diferente, realmente diferente de lo que siempre observo. Personajes femeninos más inesperados: que puedan convencer a cualquiera.

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*La monja representada por Meryl Streep en Doubt se le acerca mucho, pero creo que todavía no llega a la verdadera villana angelical, pues es indudable que la monja es estricta y conservadora como pocas. Lo mismo sucede con Dolores Umbridge, que es villana y santurrona, pero demasiado evidente que no es angelical. Aunque ambas se acercan.

**No funcionan las mujeres que son directamente mal intencionadas, todo el mundo lo sabe, no son ni santas ni femme fatales y simplemente hacen lo que quieren porque son egoístas, como Miranda Priestly en The Devil wears Prada. Aunque alguien me dijo que Miranda sí tiene un poquito de femme fatale... (ustedes dirán).

***El único caso que se acerca un poco a esta idea de "villana angelical" es Milady de Winter, en Los Tres Mosqueteros, cuando engaña al guarda de su prisión asumiendo la personalidad de una santa injustamente encarcelada. El problema es que es solo un fingimiento: en realidad, Milady  de Winter es una femme fatale. Pienso, para mi idea de "villana angelical", en una mujer malvada que sea realmente un ser virginal y santurrón, no solo que lo finja.

****Hay películas donde la que parece buena es mala y la que parece mala es buena, lo admito, pero son tan pocas que solo son la excepción que confirma la regla, por ejemplo: La Máscara (1994). Claro que en esta película, la "heroína" no es tal: no salva el día. Lo hace el héroe. De hecho, ninguno de los dos personajes femeninos es protagónico, pues el villano sigue siendo El villano y el héroe sigue siendo El héroe. Pero al menos las chicas son representadas como lo propongo. Mi idea sería que fueran así representadas y al mismo tiempo tuvieran los roles protagónicos.