1 de mayo de 2010

¿El mismo territorio... siempre?

Hoy, como buen 1ro. de mayo que es, había decidido no trabajar. En nada. Pero creo que semejante privilegio no alcanza para todos y al final, me he encontrado cumpliendo con mis rutinarios deberes domésticos y paseándome por Internet en busca de algún artículo interesante, sobre algún tema que la TV no supo brindarme.

Y me encontré con una frase que me hizo pensar en algo que ya he pensado antes. Se trataba de un comentario de Arturo Pérez-Reverte a la pregunta "¿cómo derrotar la página en blanco?", la cual había sido lanzada a varios escritores consagrados con el fin de brindar consejos a los noveles. El artículo, muy interesante por cierto, se titula precisamente La derrota de la página en blanco y apareció en El País el 17 de abril pasado. El comentario al que me refiero rezaba así:

"Con el tiempo, los escritores vamos cambiando y no es la misma novela la que escribes con 20 que la que escribes con 40, o con 60, porque tu corazón cambia con el tiempo, pero creo que todo escritor coherente debe pisar siempre el mismo territorio e ir desarrollándolo con los años. El lector siempre debe reconocer tu territorio. Desconfío del autor que cambia de territorio o que no lo deja claro en sus libros."

El mismo territorio... ¿A qué se refiere? Confieso que muchas veces me he hecho una pregunta que ya resulta reiterada, pero frente a la cual no hay -supongo- una respuesta sin equívocos: ¿Debe un escritor permanecer fiel a un género literario, a un mundo narrado, a una historia, incluso a un personaje a lo largo de su vida profesional? O, por el contrario, ¿debe buscar nuevos horizontes siempre, en otros géneros, otras historias y, por supuesto, otros personajes, como imperativo para no perder su frescura artística? ¿Es dañino volver una y otra vez al mismo mundo o, por el contrario, es ser "coherente"?

No sé a cuál "territorio" se refiere Pérez-Reverte, pero puedo trazar algunos supuestos:

- Supongamos que se refiere a un estilo y una forma de escribir. No creo que haya mayor duda al respecto. En realidad, alcanzar un "sello personal" puede ser tarea díficil y no siempre clara para un artista, cualquiera que sea su arte, pero pienso que por la inercia misma del tiempo que llevas escribiendo, terminas por desarrollar alguno. Ahora bien, ¿has desarrollado un estilo... o has caído en una fórmula? Esto es importante. No es lo mismo tener un estilo "fluido", o "alambicado", o "dinámico", etc., a escribir siempre de la misma manera cualquier historia que se atraviese. Creo que en este caso, el "territorio" será el estilo, no la fórmula que alguien se habrá prefabricado para vender a lo seguro. Cuando pienso en esto suelo pensar en los músicos-compositores. ¿Fulano tiene un estilo... o es que escribe siempre la misma canción? Es de pensar.

-Supongamos que se refiere al género literario. Pienso que es muy posible mantenerse dentro del ámbito de un mismo género toda tu vida, pues los géneros son amplios y cobijan una multiplicidad de historias y escenarios que pueden enriquecer tu vida. Si, por ejemplo, te desenvuelves de manera exitosa en el género histórico y allí comienzas a generar tus triunfos, es confortable y "coherente" que sigas haciéndolo después. Tus lectores sabrán a qué se enfrentarán cada vez que se encuentren con algún título escrito por ti y se podrá decir que eres "coherente" con un trabajo profesional que depuras día a día... Sin embargo, pienso en las veces en que algunos autores se salieron de "su" género habitual y se atrevieron con otros distintos y triunfaron también. O incluso les fue mejor (el caso de Ken Follet y Los Pilares de la Tierra es interesante y llamativo). ¿Será un acto traicionero para con los lectores, para consigo mismo, para con su "coherencia"? No estoy segura de que así sea. Y no debería ser una restricción inflexible, pues no puedes estar seguro si estarás abriendo tu horizonte artístico más que tracionando tu coherencia.

-Supongamos que se refiere a la misma historia, al mismo mundo narrado, al mismo personaje. Aquí hay tela que cortar. Muchos escritores califican de "poco original" a un colega que se dedica a escribir novelas ambientadas en el mismo escenario, o utilizando el transfondo de una misma historia, o bien, siempre con el mismo personaje central. Y es posible que tengan razón en algunos casos: quizá el escritor que dio con un personaje carismático o con un mundo especial no quiera abandonarlos porque allí se siente seguro. Pero también, pienso, no tiene por qué ser falta de originalidad o imaginación. Hay mundos narrados que dan pie para muchas historias entrelazadas, tan imaginativas u originales como la primera. Después de todo, si te has tomado años desarrollando un mundo narrado coherente, ¿por qué no tendrías derecho a usarlo cuantas veces quieras? Y en cuanto a un personaje carismático... bueno, no son artículos que compras en un almacén, vamos. A veces uno sólo de estos puede garantizarte la independencia económica y tu lugar en las letras.

Sin embargo, no es una obligación. No veo por qué habría de considerarse "incoherente" a un escritor que decide abandonar un personaje famoso por inventar algo totalmente nuevo. No es falta de coherencia. Es necesidad artística, pienso, pues el mismo personaje o la misma historia puede llegar a cansarte al punto del hastío y cuando te das cuenta puedes estar escribiendo más por inercia que por pasión.

¿Cuál habrá sido el punto de vista de Pérez-Reverte? Lo ignoro. Sin embargo, teniendo estas consideraciones, no estoy segura de darle la razón. Desenvolverse en un territorio -el que sea- y sentirse seguro en él es legítimo, y está bien. Nadie debería criticarte por ello. Pero si quieres abandonarlo, o dejarlo por un tiempo, y volar lejos... tampoco debería ser motivo de censura. El arte es libertad y la literatura es arte.

Al final, pienso que es mejor ser coherente consigo mismo y saber escribir aquello para lo que estamos preparados. Aunque hayamos dejado atrás algún territorio seguro.

No hay comentarios.: