15 de septiembre de 2008

Grandes temas: el amor de pareja

El otro día me entretuve mirando un correo que recibí con una presentación de Power Point. Traía varios afiches de películas famosas de entre los años de 1940 y 1970 con sus respectivos temas musicales. Tanto los temas como los afiches correspondían a películas que jamás llegué a ver en la gran pantalla, pues yo no existía para entonces, pero ciertamente tuve ocasión de ver a una que otra en las constantes repeticiones de los canales locales, años después. Un sólo tema unía a todas, tratado desde puntos de vista cómico o dramático: el amor de pareja. Y me dije: ¿qué ocurre con nosotros que somos tan reiterativos?

Luego, me dediqué a ver y escuchar videos musicales en YouTube. De nuevo, el tema principal era el amor de pareja, visto desde todos los ángulos posibles y rematé la noche mirando con nostalgia el tema principal de Titanic. Por supuesto, todo el mundo sabe de qué va el famoso largometraje. Sí, sí, sobre el hundimiento del transatlántico, yo sé. Pero, ¿qué hizo tan famosa a esta película en particular sobre tantas otras que trataron el hundimiento del Titanic? ¡Pues la historia de amor! ¡Otra vez! ¿Qué sería de Titanic sin Rose y Jack? Nada: una más, de muchas. ¿Habría generado los 3 mil millones de dólares en ingresos que hizo esta película y que no ha sido superado por ninguna otra? No lo creo. Y todo por saber usar uno de los Grandes Temas.

Creo que fue Borges quien lo dijo (si no fue él, que alguien me corrija): hay tres grandes historias en el mundo, todo lo demás son detalles. Una de esas grandes historias universales, repetida hasta la saciedad una y otra vez, en todos los géneros artísticos posibles, es el amor de pareja: un hombre y una mujer (y un hombre con otro hombre o una mujer con otra mujer, por supuesto, al fin y al cabo es lo mismo). Puede ser visto con ilusión, o con amargura, con sentido de lo cómico o de lo trágico, en medio de una aventura o en la paz de un hogar de clase media, a bordo de un barco del siglo XVII o de una nave espacial en el siglo XXII, entre un viejo y un joven, entre dos jóvenes, entre dos viejos, entre dos niños, entre dos fantasmas, etc., etc., etc. El caso es que se repite, una y otra vez, y otra y otra. Y no nos cansamos de escribir historias que envuelven un amor de pareja.

¿Vale la pena incluirlo en alguno de nuestros escritos? No creo que haya que siquiera considerarlo. Apuesto que la mayoría de los escritores, sino todos, habrán escrito alguna vez, aunque sea una única vez, una historia de amor. Y muchas veces habrán incluido alguna para agregar "sabor" a una historia que tal vez se esté volviendo anodina o demasiado fría. Y a veces lo que parecía ser accesorio se tornó en principal...

No digo que toda historia narrada deba llevar una historia de amor. No hay que olvidar que hay otros dos grandes temas, ¿eh? Lo que digo es que este tema en particular trae consigo una fuerza demoledora, avasalladora y, todo hay que decirlo, inmensamente exitosa. El lector se suele sentir atraído por él, identificado, envuelto, y hasta afectado. Y por tanto, devora las historias que lo tratan, en especial aquéllas que lo supieron contar...

Después de todo, y a pesar de vivir en una época de cinismos, el amor de pareja, inclusive desde su punto de vista romántico, sigue conquistando corazones, y bolsillos, alrededor del mundo...

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Quizá lo bueno y lo malo de la temática amorosa sea su éxito. En el cine se usa para llenar vacíos (no hay productor que no quiera una historia de amor por pequeña que sea en su película, siempre funciona aún metida con calzador), en la música a menudo recurren al amor quienes no tienen nada que decir para poder cantar algo, y en la literatura algo parecido al cine. Es quizá lo que nunca me ha gustado del ¿abuso? de la temática amorosa.

Laura dijo...

Afortunadamente existen verdaderas buenas historias de amor que nos sirven de marco de referencia, en el cual juzgar todas aquéllas que intentan funcionar de relleno. No deja de ser una guía para rechazar a los escritos (o películas, o canciones) sin imaginación. ;)

Hola, Moisés, bienvenido. :)

Jorge dijo...

Honestamente el amor en todo relato, pelicula, etc, le da ese toque especial, en lo personal, nunca leia historias amorosas ni nada por el estilo pero de un tiempo aca no hay ningun libro que se me haga interesante sin que tenga 2 cosas, accion y amor, joder!!, creo que ya vali madres... aun asi me encantan.