29 de agosto de 2006

Una sombra en el hielo


Hace unos 15 años apenas, escribí de un tirón una novela corta. Su historia se origina en una pequeña idea, como suele ocurrir con mis relatos. Había leído un artículo que hablaba sobre la posibilidad real de congelar un cuerpo y de que éste siguiera vivo luego de años de estar congelado (crionización), pero todo parecía apuntar a que era muy incierto. Se cobraban miles de dólares por lograr algo así y lo hacían normalmente personas muy ricas, y para cuando hubiesen muerto. Me figuré entonces que sería estupendo poder descongelar a una persona y que siguiera viva, aún cuando hubiesen transcurrido años y años desde su congelamiento. Ese fue el punto de partida de mi novelita. Hablaba de una científica muy joven y muy inteligente que sufre un accidente en el Polo Norte y desaparece entre los hielos. Cien años después, un grupo de científicos se dan a la tarea de rastrearla y de paso realizar otros descubrimientos.

Naturalmente, como para esa época (2195 d.C.) ya existía la tecnología capaz de descongelar un cuerpo y revivirlo exitosamente, la consideré una historia de ciencia ficción. La titulé "Una sombra en el hielo", refiriéndome precisamente a la científica desconocida y a otras implicaciones misteriosas propias de la trama y me olvidé de ella.

Un par de años después, se anunció la apertura del concurso nacional Premio Joven Creación, de la Editorial Costa Rica, edición del año 1994-1995. Tenía poco tiempo para remitir una obra al concurso si quería participar (me quedaba una semana de tiempo, para la fecha en que descubrí el anuncio) y me dije que participaría en otra ocasión. Mi esposo, sin embargo, me dijo entonces que yo tenía en una gaveta Una sombra en el hielo. Él la había leído y le había gustado y me preguntó por qué no la enviaba al concurso. Yo le di la razón. Simplemente la había olvidado. Rápidamente la imprimí, la encuaderné y la envié a la editorial.

Tres meses más tarde, supe por los medios nacionales de comunicación que mi querido librito había ganado el Premio.

Vaya, pues, y así fue. Una sombra en el hielo salió publicada hacia medidados del año 1995 con un pequeño tiraje. Desafortunadamente, y al igual que otras obras del mismo periodo, no gozó de suficiente trabajo de promoción y distribución por parte de la editorial, por lo que no tardó en desaparecer de las librerías.

Mi vida tomó un curso diferente, alejada de las letras. No tenía ninguna experiencia en el difícil mundo de las editoriales y con mi vida personal llenándose de otros atractivos y relaciones (fueron los años en que tuve a mis hijos), Una sombra en el hielo permaneció en la oscuridad...

Sin embargo, ahora me reencuentro con mis viejos anhelos. Escribo de nuevo y de nuevo miro al mundo de la literatura. Una sombra en el hielo está aquí, de vuelta. Mi preciosa novela corta que surgió de una idea una tarde soleada hace 15 años...

http://www.lauraquijano.com/una_sombra_en_el_hielo.htm

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